
Rigoberto loáisiga:
Desde hace unos años los desechos en la UNAN-Managua se convierten en abono
EL COMPUSTAGE: UNA SOLUCION PARA EL PROBLEMA DE LA BASURA
Cuando uno visita la universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) uno se encuentra con basura, papeles, cajas de jugo, vasos descartables, desechos de comida, basura en general. Esto representa el principal problema ambiental de esta Alma Matter
En esta universidad se producen 4.59 toneladas mensualmente, de acuerdo a datos estadísticos de la autoridades Municipales.de estadísticas del distrito III, Plantel Los Cocos.
Ramona Rodríguez, vicerrectora administrativa de la UNAN-Managua, plantea que el mal tratamiento de los desechos es uno de los problemas ambientales más sensibles para los y las estudiantes.
Algunos conceptos
La basura es entendida como la inmundicia producida por desechos de alimentos, papeles, trozos de cosas rotas, materiales de construcción y otros desperdicios, que contaminan y causan daño al ambiente y por lo tanto a la salud del ser humano.
Cuando hablamos de desechos nos referimos a los residuos que se consideran inútiles. Pueden ser de origen doméstico, comercial, industrial o agropecuarios, resultantes de algún proceso artificial o natural. Según su composición existen cuatro tipos de desechos: sólidos, líquidos, gaseosos y especiales.
Los desechos sólidos se clasifican según su composición, dividiéndose en dos grandes grupos: orgánicos e inorgánicos.
Los primeros son de origen vegetal, tales como cáscaras, semillas y otros componentes de las plantas; y de origen animal como huesos, partes de animales etc. Estos desechos son biodegradables, es decir, que se descomponen a cierto tiempo en sustancias sencillas e inofensivas para el medios ambiente con la acción conjunta de microorganismos (hongos y bacterias), el oxigeno, la luz solar y la humedad.
Los segundos, están compuestos por material inerte como minerales (piedras y metales), derivados del petróleo y mezclas químicas producidas por el ser humano.
Al no ser biodegradables los desechos inorgánicos, impiden la acción de los microorganismos sobre ellos, volviendo su descomposición extremadamente lenta.
Algunos de los desechos inorgánicos comunes en nuestras vidas son los envases para medicamentos y productos alimenticios, utensilios de cocina, entre otros.
Es un problema cultural
No cabe duda que la basura es un concepto social vinculado al nivel de desarrollo alcanzado por un país. Sin embargo, influyen principalmente factores culturales y de costumbre para que ésta se convierta en problema ambiental.
“Hay mucha inconciencia por parte de los estudiantes, que les sale más fácil dejar la basura en los mismos pupitres o en los pabellones, en vez de echarla en los cestos… en las aulas no quieren hacerlo por la misma pereza o boluda, la tiran al piso y se atienen a que los trabajadores la recojan”, manifestó Gabriel Obando, estudiante del segundo año de Ingeniería Electrónica en la UNAN.
Un dato interesante es que los estudiantes se reconocen e identifican como agente causante de que la basura constituya problema ambiental. Pero, contradictoriamente se consideran tamben como partes importantes de su solución. “Somos totalmente irresponsables porque eso no debiera ser así. Podemos hacer campañas para concienciar a la gente sobre la importancia de depositar la basura en su lugar, pero además, mantener las jornadas constantes de limpieza por lo menos en nuestras facultades”, expresó Karen Urcuyo, estudiante de la carrera de Turismo Sostenible .
La magnitud del problema
El recinto “Rubén Darío” de la UNAN-Managua, producía hasta septiembre del año pasado, un promedio de 4.56 toneladas de desechos sólidos mensualmente . El comedor que funciona toda la semana para estudiantes, docentes y trabajadores; los laboratorios de biología, química y medicina; y las áreas administrativas, salones y pabellones de clase, son los principales puntos de producción de desechos orgánicos e inorgánicos en la institución.
Lograr que la institución brindase tratamiento a tanta cantidad de basura, tenia un costo de 20 mil córdobas mensuales aproximadamente. Dicha suma contemplaba la instalación, mantenimiento y limpieza de barriles como depósitos de basura, y el pago por el servicio de recolección de basura por la Alcaldía de Managua.
El contrato
La Alcaldía establece contratos específicos con instituciones privadas y públicas, para recolectar la basura que estas producen. Los contratos consisten básicamente en el alquiler de cierto número de contenedores, en dependencia de las necesidades de la institución, para recogerlos, vaciarlos y reinstalarlos una vez que se reporten colmados de su capacidad.
En el caso de la UNAN, el contrato se firma desde el periodo municipal del Dr. Arnoldo Alemán, y contemplaba la instalación de tres contenedores con dimensión de 3 metros de ancho, 10 de largo por 2 metros de alto cada uno. Una vez rebasados eran reportados para su correspondiente vaciado y reubicación. Tal proceso implicaba para la universidad, un costo de 5 mil córdobas por contenedor.
En vista del su alto costo y la aprobación con fondos del presupuesto del 6%, de un proyecto piloto para dar tratamiento a la basura, es que nace el Proyecto de Compustage.
Convertir la basura orgánica en abono
La ultima ocasión en que la Alcaldía de Managua recolectó la basura de la UNAN fue en septiembre de 2004. Sin embargo, tres meses antes había empezado a ejecutarse un proyecto piloto para dar tratamiento a la gran cantidad de basura que se produce. Así es como Cesar Pereira, Ingeniero Agrónomo, egresado de la Universidad de agronomía en el 2002, le propone al responsable de Intendencia de la UNAN, aprovechar los desechos orgánicos y convertirlos en abono.
El proyecto consiste en clasificar la basura en orgánica e inorgánica. Cada una de ellas requiere un tratamiento distinto. La basura inorgánica, compuesta principalmente por los residuos de laboratorios y empaques alimenticios descartables, es depositada en una fosa para que esta sea incinerada.
La basura orgánica, compuesta principalmente por los residuos alimenticios del comedor, y los desechos de las papeleras de los servicios higiénicos, es amontonada en cerros que con el tiempo se convertirán en las pilas de compustage.
Con el objetivo de que la basura no pierda oxigenación y produzca malos olores, las pilas son invertidas de posición o colocadas unas sobre otras para favorecer el proceso.
Al cabo de 3 a 6 meses, los microorganismos que la misma materia orgánica produce, se encargan de biodegradarla hasta convertirla en abono nutrido (compus) con nitrógeno, fósforo y potasio, elementos químicos enriquecedores de la tierra.
Las estaciones climáticas inciden en gran parte para la aceleración del proceso de compustage. En periodos lluviosos, las depresiones de agua sobre las pilas, causa malos olores y exige mayor tratamiento para mantener oxigenada la basura.
En casos extremos, se colocan tubos de 3 metros de largo y 3 pulgadas de diámetro, durante horas de cielo despejado, para que la basura no pierda oxigeno e interrumpa el proceso. En verano, las condiciones son mas propicias debido a la desecación del terreno, facilitando el trabajo de los agentes biodegradantes.
Inicialmente el proyecto estaba propuesto para funcionar por un año, representando para la institución el costo de 10 mil córdobas mensuales. Dicho monto incluye el pago de 4 personas trabajando de lunes a sábado, con salarios entre un mil quinientos y 3 mil córdobas mensuales. Además, los honorarios del coordinador y la compra de instrumentos como guantes, cascos, botas, palas, carretillas, chaquetas, mascarillas, rastrillos, entre otros, como medios de protección a posibles infecciones por el contacto con la basura.
La idea ha tenido éxito por los bajos costos que implica, y los ingresos extras por la venta del abono a otras universidades e instituciones. También ha favorecido a la universidad en el mantenimiento del vivero y la potencial reforestación de áreas verdes, principalmente en las cercanías de lo que será el Estadio Olímpico contiguo.
Un proyecto para el futuro
Los planes para el futuro que las autoridades están contemplando, son la compra de dos maquinarias por un monto aproximado de 12 mil a 15 mil dólares, que contribuirían a mejorar la clasificación y tratamiento de la basura.
Una de ellas es llamada “La Banda”, que consiste en una plataforma de 15 metros de largo por dos de ancho, movida por balineras, donde la basura será puesta y clasificada al mismo momento en que es trasladada hacia otra maquina llamada “Cribadora”. Esta ultima tendrá la función de pulverizar los desechos inorgánicos para hacerlos mas compactos, evitando la contaminación por la quema de los mismos.
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